Los Huevos de Fabergé
Los huevos de Fabergé, unas 50 piezas decorativas en forma ovalada, fueron comisionados por la familia imperial rusa entre los años 1885 y 1916. Todo comenzó como un regalo del emperador Alejandro III a su esposa, María Fyodorovna, durante la Pascua que celebra anualmente la Iglesia ortodoxa.Pero su belleza y particularidad hizo que la familia real los convirtiera en una tradición; cada año, el emperador ordenaba un nuevo huevo para su esposa y su hijo, Nicolás II, continuó con el legado una vez falleció el zar.
Actualmente, según varios historiadores y expertos en arte, estas piezas tienen un valor "incalculable". No solo por su diseño, que estuvo en manos de Peter Carl Fabergé, el afamado joyero que les da nombre, sino también por el misterio de su paradero.
De hecho, en días recientes hubo revuelo entre las autoridades de EE.UU., quienes dicen que, al parecer, encontraron un huevo de Fabergé en el yate de un empresario ruso incautado luego de las sanciones por la guerra en Ucrania.
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